Aunque tu notebook te haya sido fiel y útil por mucho tiempo, llega el momento en que se vuelve necesario reemplazar algunas piezas o hacer cambio de equipo.
¿Por qué puedes requerir renovar equipo?
La digitalización avanza continuamente y trae consigo actualizaciones especialmente diseñadas para aumentar el rendimiento y la usabilidad del software, de manera que puedas sacar mayor provecho y tener una mejor experiencia de uso.
Sin embargo, comprar una computadora portátil nueva no siempre es completamente necesario. Hay algunos modelos, que permiten modificaciones y reacondicionamiento de ciertas piezas para optimizar su funcionamiento, lo que además resulta beneficioso para tu bolsillo.
Si todavía no estás seguro de cuál opción te conviene más, sigue leyendo y descubre algunas recomendaciones para tener en cuenta.
¿Qué es el overhauling?
El overhaul es el proceso de cambiar ciertas piezas de un equipo para que funcione de forma más efectiva, ya sea porque hay elemento deteriorado generando problemas o porque las especificaciones técnicas están por debajo de lo recomendado para obtener un buen rendimiento. En algunos casos, con solo cambiar la pieza averiada o sustituirla por una más potente, será suficiente para que todo funcione como esperas.
Ahora bien, en notebooks y laptops algunas piezas son muy sencillas de cambiar y no necesitas de la ayuda de un técnico o profesional especializado. Pero hay otras, como la tarjeta madre, que suelen ser muy costosas por sí solas y además requieren de un experto para su instalación o reparación.
Por eso, el overhauling en portátiles suele ser más conveniente para algunas piezas o componentes que para otras.
Diferencias entre overhauling y renovar equipo
Mientras que el overhaul consiste en cambiar una o varias piezas de un equipo, renovar consiste en comprar uno totalmente nuevo. Esto te permitirá tener un notebook o laptop más actualizado, moderno y que se adapte mejor a tus necesidades.
Por otro lado, está claro que el overhauling implica invertir paciencia y tiempo en identificar la pieza que necesita ser reemplazada, pero también suele implicar menos gastos.
Esta opción no solo te permite solucionar posibles fallas o problemas que tenga tu equipo, sino volver a potenciarlo para mejorar el rendimiento general. Por ejemplo, puedes migrar del HDD al SSD para aumentar la velocidad de carga, aumentar el tamaño de la memoria RAM para facilitar el multitasking o sustituir la tarjeta gráfica por otra que sí te permita correr tus programas de edición o videojuegos.
¿Cómo tomar la decisión correcta?
Saber si te conviene hacer un overhaul o renovar depende del problema que presente el equipo o de lo que necesitas para tener una experiencia óptima de trabajo, estudio u ocio. A continuación, algunos aspectos a considerar para hacer la decisión más sencilla y clara.
1. Autonomía
Una cualidad muy importante que tiene una laptop o notebook es el tiempo de duración de la batería, sobre todo mientras está en uso. Así que, cuando el equipo no quiere cargar o la carga dura por muy poco tiempo puede afectar el desempeño de la laptop e interrumpir lo que sea que hagas en ella.
Sin embargo, este tipo de problema a veces radica en el cable de carga, la batería o incluso en el conector de la pared y los tres pueden ser reemplazados fácilmente por unos nuevos. En otros casos, la batería es difícil de conseguir o simplemente nunca ha durado tanto tiempo como necesitas, por lo que si lo portable es muy importante para ti, mejor renueva tu equipo.
Si resulta que el problema no lo causa ninguna de las partes mencionadas anteriormente, sino los componentes internos, en ese caso también será necesario un cambio de equipo.
2. Rendimiento
Si estás teniendo problemas de rendimiento, como que los programas se traban, demoras mucho para cambiar entre tareas o tienes problemas con los FPS en un videojuego, posiblemente con un overhaul puedes corregir el problema.
Sin embargo, ten en cuenta que a medida que los equipos se modernizan también lo hacen los procesadores, ya que cada generación viene con mayor potencia que la anterior: llega un punto en que algunos simplemente son vencidos por los requisitos modernos y se vuelven obsoletos.
El problema es que cambiar una CPU en un notebook no suele ser posible, por lo que tendrías que fijarte si es suficiente con un cambio de unidad de almacenamiento, un aumento de RAM o un upgrade de gráficos para correr tus juegos o trabajar cómodamente. De lo contrario, probablemente sea buena idea renovar equipo con un procesador moderno.
3. Funcionalidad
Las características de cada laptop tienen mucho que ver con el uso para la cual fue diseñada. Un notebook gamer está completamente equipado para soportar largas horas de juego al más alto rendimiento y ofrecer una experiencia visual óptima, mientras que un notebook para trabajos de oficina y estudios se enfoca más en la portabilidad y la autonomía.
Esto quiere decir que si tienes un equipo normal, por más que le hagas overhaul no alcanzará el rendimiento de uno gamer porque simplemente no fue diseñado con ese propósito. Lo mismo ocurre con la falta de portabilidad y autonomía, en este caso necesitas un notebook ultraliviano que tenga por defecto estas características.
En resumen, puedes agregar o sustituir piezas a una laptop para mejorar su rendimiento general y darle diferentes usos sin ningún problema, pero ten en cuenta que si quieres conseguir el máximo rendimiento en una funcionalidad específica vas a necesitar un cambio de equipo.
4. Costos
Sin duda, el presupuesto es el que suele decidir en estos casos, pero ten en cuenta que el overhauling suele ser la mejor opción si tu equipo todavía es capaz de cumplir con tus requerimientos y cubrir tus necesidades. Recuerda que las tecnologías van avanzando y aunque aumentes la potencia del equipo, este seguirá siendo obsoleto. No es lo mismo 8 GB de RAM DDR4 que 8 GB de RAM DDR2, ya que aunque tienen la misma capacidad, una tecnología es muy superior a la otra. Tampoco puedes montar una DDR4 es sustitución de una DDR2 porque son equipos de diferentes generaciones.
Dicho esto, el overhauling usualmente será una opción mucho más económica que el cambio de equipo. Por ejemplo, una RAM de 8 GB DDR4 la consigues por aproximadamente $50.000 y un SSD de 240 GB te puede costar unos $35.000. También puedes cambiar la GPU si buscas potencia gráfica o agregar un HDD si quieres una mayor capacidad de almacenamiento. Si agregar una de estas mejoras, que usualmente son bastante beneficiosas, cubren tus necesidades y entregan la potencia que necesitas, seguramente te basta con el overhaul.
Si no es así, entonces renueva tu equipo. Aunque es más costoso, en ciertos casos no vale la pena repotenciar un equipo anticuado o que necesita una inversión similar a lo que vale una computadora nueva.
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