Un monitor gamer es clave para tener una experiencia de juego perfecta. Una buena pantalla puede hacer la diferencia entre perder o ganar, por lo que no es reemplazable por un monitor tradicional. Aquí te contamos por qué.
Entendiendo las bases de los monitores gamer y tradicionales
A primera vista se ven parecidas, pero una de las principales diferencias entre los monitores gamer y los tradicionales es que las pantallas para gaming deben ofrecer gráficos de alta calidad. Si bien esto también lo desearíamos en un monitor tradicional, no es esencial para el trabajo o el uso doméstico, como sí lo es para un videojuego. ¿En qué debes fijarte?
Frecuencia de refresco o actualización
Es la cantidad de veces que la imagen se actualiza en un segundo. En un monitor gamer la tasa de frecuencia debe ser alta, superior a los 144 Hz, mientras que una pantalla tradicional puede tener desde 60 Hz. Hay monitores gamer que tienen hasta 360 Hz.
¿Qué hay que tener en cuenta? Que la frecuencia de refresco esté sincronizada con los fotogramas por segundo (FPS) de la tarjeta gráfica. Si no van al mismo tiempo, la imagen se va a ver dividida (tearing) y será muy molesto para jugar.
Hoy en día los monitores de gaming tienen tecnologías de refresco adaptativo, como G-Sync y FreeSync, que permiten que el monitor se adapte conforme va variando la tarjeta gráfica, evitando estos cortes.
Tiempo de respuesta
Es el tiempo que tarda un pixel en cambiar de un color a otro. Si no es suficientemente bajo se producirá el desenfoque de la imagen (ghosting) y se verán estelas en los objetos que se mueven, empeorando la experiencia de juego y, probablemente, provocándote un dolor de cabeza.
Lo ideal es que ese tiempo sea de aproximadamente un milisegundo, sobre todo para videojuegos de acción. La media –lo que podrías encontrar en un monitor tradicional– suele estar en 5 milisegundos.
Latencia de entrada o input lag
Es el tiempo que tarda en llegar a la pantalla la acción que realices desde el teclado o mouse. En los monitores gaming debe ser lo mínimo posible, pero en un monitor tradicional no tiene importancia, ya que la latencia puede ser imperceptible.
Tecnología de pantalla: ¿Cómo los monitores gamer elevan tu experiencia de juego?
Un buen monitor puede hacer una gran diferencia en la experiencia de juego. De nada sirve tener la mejor tarjeta gráfica si no podrás aprovecharla con el monitor adecuado.
Hoy en día muchos monitores son vendidos como “para gamers”, pero no garantizan que tendrás la mejor experiencia, así que debes aprender a elegir. Toma en cuenta la frecuencia de refresco, el tiempo de respuesta y la latencia de entrada –que hacen la diferencia con un monitor tradicional–, pero también otras características que te ayuden a distinguir lo que necesites para encontrar el mejor de los monitores gamer para ti.
Entre esas características está el tamaño, ya que debe ser adecuado para el espacio que tienes en tu escritorio y permitir que exista una distancia cómoda entre la pantalla y tu asiento al jugar. Una buena resolución, que haga que la imagen se vea nítida (siempre tratando de que coincida con la tarjeta gráfica) también contribuirá a una mejor experiencia, y que tenga varias entradas de video HDMI evitará que tengas que preocuparte de adaptadores.
Tiempo de respuesta: ¿Por qué importa en los juegos?
Un tiempo de respuesta corto no solo te evitará el enojo de que se pegue la pantalla durante el juego, sino el dolor de cabeza por el desenfoque que se podría producir después.
No todas las pantallas son iguales y, a riesgo de ser repetitivos, el que tengas la mejor tarjeta gráfica del mercado no te servirá de nada si tienes un monitor de PC que no le haga justicia. Un tiempo de respuesta bajo es clave para evitar el efecto ghosting y motion blur en escenas de acción rápida.
Esto es clave sobre todo para juegos de acción, porque en otros puede no notarse la diferencia entre un tiempo de respuesta de 1 y 5 ms. Para asegurar una mejor experiencia de juego, sin desenfoques ni distorsiones, busca el menor tiempo de respuesta posible.
Diseño: Estética frente a funcionalidad
Es cierto que lo más importante es la funcionalidad, pero ¿no preferirías que un producto te ofreciera ambas posibilidades?
Dentro de los monitores gamer hoy también se da importancia al diseño, no solo para asegurar que sea ergonómico, también elegante y minimalista.
Con un monitor Acer puedes conseguir un espacio de juegos con estilo. Tiene monitores con diseño sin marco y ultradelgados, que además de verse más bonitos, permiten liberar espacio en pantalla para que haya más que ver. La línea gaming Nitro ofrece un monitor para cada situación, con alta frecuencia de actualización, ultra ancho o con colores intensos. También diseños curvos y 3D.
Precio vs. Valor: ¿Vale la pena invertir en un monitor gamer?
Sin lugar a dudas, vale la pena invertir. Si ya tienes una buena tarjeta gráfica no le sacarás el jugo con una pantalla genérica o un monitor de PC.
Un monitor Acer te garantizará buena resolución, nitidez, iluminación, contraste y otros aspectos que mejorarán tu experiencia de juego. Además, la competencia ha hecho que estos dispositivos bajen de precio y es posible encontrar buenas opciones alcanzables. Puedes revisar en la AcerStore.
Casos de uso según tus necesidades
Es importante que te informes antes de comprar, compares y decidas cuál es el mejor monitor para ti.
Piensa en qué juegos son los que más usas, la frecuencia de refresco y la tasa de respuesta que necesitas para tener una mejor experiencia, además del diseño que te gusta y que te hará sentir cómodo en tu espacio gamer.
Recuerda que existen monitores con tecnologías que pueden adaptarse a la tarjeta gráfica con la que cuentes (G-Sync y FreeSync), evitando los cortes que se producen cuando existe una diferencia entre la tasa de frecuencia del monitor y los FPS de la tarjeta, y que los puedes encontrar en la AcerStore.