Al hablar de un notebook gamer, la importancia de que tenga un buen procesador resulta crucial a la hora de que estés listo y dispuesto para correr tus títulos favoritos.
Pero hay que ir paso a paso, definiendo primero cuáles son sus funciones y cómo impactan el rendimiento de tu computador.
Para qué sirve el procesador
Un procesador es el componente que gestiona toda la carga de trabajo de un computador.
Cada vez que corres un programa, abres una pestaña o ventana del navegador web, pulsas sobre el reproductor de música o escribes en un documento, estás iniciando una serie de procesos que deberán ser ejecutados, justamente, por el procesador.
Es aquí cuando entran a colación el número de núcleos que contiene el tuyo. En los primeros computadores, el procesador solo tenía uno o dos núcleos (también llamados unidades de procesamiento), pero eso ha ido cambiando con el tiempo, mientras se abren el paso las innovaciones tecnológicas.
A grandes rasgos, el número de núcleos que posea un procesador define la cantidad de procesos que este puede manejar, así como la velocidad en que estos se ejecutan.
Otro aspecto muy importante es que, los hilos dentro de los núcleos definen el número de subprocesos que el procesador ejecutará. En resumen, mientras más núcleos tenga este componente, mayor número de tareas será capaz de realizar simultáneamente.
Esto es particularmente relevante, pues al jugar en tu computador, le estarás pidiendo ejecutar múltiples procesos a la máquina, y si no tiene la capacidad para gestionarlos, esto afectará la ejecución del juego y, por lo tanto, tu experiencia de gaming.
3 razones por las que el procesador es vital el elegir un notebook gamer
Antes de elegir un notebook gamer, recuerda fijarte en el procesador y en sus correspondientes núcleos e hilos, puesto que estos son los mayores indicadores de que el computador tiene un rendimiento apto para correr los títulos que desees jugar.
1. Solo así sacas todo el provecho a la tarjeta gráfica
Este componente suele venir integrado en un computador, aunque también existe la posibilidad de tener una tarjeta externa, que brinde un apoyo adicional en tareas más pesadas.
Se dedica a procesar los datos referentes a imágenes y video que se reproducen en el computador, y es la responsable directa de la calidad de los gráficos que ves en pantalla, provenientes de tus videojuegos.
Ahora bien, las tarjetas gráficas reciben dichos datos del procesador, y a partir de allí convierte la vasta cantidad de información que recibe en imágenes.
Esto quiere decir que, mientras mejor haga su trabajo el procesador, mejor hará el suyo la tarjeta de video, lo que resultará en gráficos de gran calidad. Algo indispensable para una experiencia de gaming ideal.
2. Logra correr los videojuegos con fluidez
Al hablar de fluidez, entra en juego el IPC del procesador (Instrucciones por Ciclo de Reloj), según sus siglas en inglés, que indica el rendimiento estándar que alcanza un procesador.
Recuerda que este es un factor independiente de la cantidad de núcleos e hilos de los que te contamos anteriormente, pues no importa cuántos de estos tenga un computador, si vemos un IPC muy bajo, podría ejecutar tareas y llevar a cabo procesos con menor eficacia que un procesador de menos núcleos.
En palabras simples, los núcleos indican la capacidad de ejecución, mientras que el IPC señala el rendimiento estimado del procesador.
Claro que esto afecta de forma directa a la fluidez de los gráficos, pues si el IPC es bajo y no puede manejar el volumen de instrucciones por ciclo de reloj, los FPS (frames per second o cuadros por segundo), del juego bajarán.
Este es el motivo por el que muchos juegos actuales corren a 30 FPS en vez de a 60 FPS: porque tienen IPC bajo.
3. Muchos videojuegos los piden como requisitos mínimos
Los desarrolladores están conscientes de cuántos núcleos debería tener tu procesador para que puedas disfrutar de un título como debe ser.
Al elegir tu notebook gamer, recuerda revisar los requisitos de los que quieres probar o de aquellos que ya tienes. Acá van algunos ejemplos:
- En caso de World of Warcraft, el procesador recomendado debería tener 4 núcleos y funcionar a 3,0 GHz. Varios procesadores cumplen con estos requisitos, aunque se recomienda un procesador AMD Ryzen Zen.
- Para Witcher III: The Wild Hunt, se recomiendan los procesadores Intel i7 3770 o el AMD FX-8350, cada uno con sus 8 núcleos.
- En cuanto a God of War, lanzado el año pasado, se sugiere un procesador AMD Ryzen 3 1200 de 4 núcleos, o uno Intel i5-2500k también QuadCore, aunque con una velocidad mayor, de 3.3 GHz.
- Por otro lado, Destiny 2 pide un procesador AMD Ryzen R5 1600X de 6 núcleos, si es que deseas disfrutar de las nuevas temporadas como se debe.
En consecuencia, si tienes un procesador excelente, con una cantidad adecuada de núcleos, hilos y el IPC adecuado, sabes que este podrá distribuir de forma óptima la carga de trabajo, evitando así que tu videojuego se trabe, funcione de forma errática, o peor, que ni arranque.
2 procesadores para gaming que no puedes ignorar
Dicho eso, y antes de seleccionar tu notebook Acer, recuerda que los siguientes dos procesadores sabrán satisfacer las necesidades de tus títulos preferidos.
Intel® Core
Partiendo de la base de que debes tener al menos un procesador Intel Core Ii, ya sea que cuentes con un Intel® Core
AMD Ryzen 5:
El procesador AMD Ryzen 5 te ofrecerá un rendimiento excepcional, dado que posee la tecnología SenseMI, las cuales fomentan el aprendizaje y la adaptación del mismo procesador, para que este se ajuste a la forma en que usas tus aplicaciones. Podrías correr títulos AAA y los videojuegos más exigentes del mercado gracias a este procesador de 6 núcleos, capaz de consumir menos energía.
Encuentra el procesador indicado en un notebook Acer
Sabiendo todo esto, queda en tus manos hacer una elección informada respecto a tu notebook Acer gamer, y seleccionar aquel cuyo procesador, y sus correspondientes hilos, te brinden la gestión y ejecución de tareas que corresponda a tus necesidades, ya sean nuevos o parte de tu colección. ¡Encuéntralos en la Acer Store!