¿Te entusiasma la idea de volver a ensillar un elefante y cabalgar por el desierto hacia tus enemigos? Age of Empires IV es el retorno de uno de los mejores juegos de estrategia de la historia.
La última edición incluye un entorno histórico que comprende ocho civilizaciones, entre ellas, los chinos y el Sultanato de Delhi. También encontrarás un total de 35 misiones distribuidas a lo largo de importantes contextos históricos, como la Edad Oscura y el Renacimiento.
Pero claro, antes de poder vivir todo esto en primera persona, necesitar conocer los requisitos para correr el juego en tu PC gamer.
Una buena positiva es que los requerimientos mínimos de Age of Empires IV son bastante accesibles, esto con el objetivo de llegar a una plataforma de jugadores más global. Sin embargo, la pregunta millonaria es: ¿vale la pena correr esta obra de arte al mínimo rendimiento? ¿La experiencia será igual de poética?
Para salir de dudas, hoy conocerás los distintos tramos de requisitos que tiene la última entrega de Age of Empires, así como un análisis de la jugabilidad al mínimo y máximo rendimiento.
Requisitos para jugar Age of Empires IV
Según la página de soporte oficial de Age of Empires, hay cuatro niveles de especificaciones para disfrutar de este esperado título:
Requisitos mínimos
- Sistema operativo: Windows 10 de 64 bits o Windows 11
- Procesador: Intel Core i5-6300U o AMD Ryzen 5 2400G
- Memoria: 8 GB de RAM
- Gráficos: Intel HD 520 o AMD Radeon RX Vega 11
- DirectX: Versión 12
- Almacenamiento: 50 GB de espacio disponible
- CPU con soporte AVX
Requisitos bajos
- Sistema operativo: Windows 10 de 64 bits o Windows 11
- Procesador: Intel Core i5-6300U o AMD Ryzen 5 2400G
- Memoria: 8 GB de RAM
- Gráficos: Intel HD 520 o AMD Radeon RX Vega 11
- DirectX: Versión 12
- Almacenamiento: 50 GB de espacio disponible
- CPU con soporte AVX
Requisitos recomendados
- Sistema operativo: Windows 10 de 64 bits o Windows 11
- Procesador: 3,6 GHz de 6 núcleos (Intel i5) o AMD Ryzen 5 1600
- Memoria: 16 GB de RAM
- Gráficos: Nvidia GeForce 970 o AMD Radeon RX 570
- VRAM: 4 GB
- DirectX: Versión 12
- Almacenamiento: 50 GB de espacio disponible
- CPU con soporte AVX
Requisitos ideales
- Sistema operativo: Windows 10 de 64 bits o Windows 11
- Procesador: Intel i7-9700 o AMD Ryzen 5 2600
- Memoria: 16 GB de RAM
- Gráficos: NVIDIA RTX 2070 o Radeon RX 5700 XT
- VRAM: 8 GB
- DirectX: Versión 12
- Almacenamiento: 50 GB de espacio disponible
- CPU con soporte AVX
Como nota adicional, si descargas el juego de la Microsoft Store necesitarás 93 GB de almacenamiento disponible. En cambio, si lo descargas de Steam será suficiente con 50 GB.
Requisitos mínimos vs. recomendados: ¿en serio se nota la diferencia?
Age of Empires IV no viene con ningún preajuste gráfico para elegir, de manera que cada jugador debe elegir su propia configuración con base en las características técnicas de su equipo gamer. Sin embargo, el juego sí incluye un modo dinámico que configura automáticamente los ajustes para los computadores que solo cumplen con los requisitos mínimos.
Al mismo tiempo, este sistema cuenta con un renderizador de especificaciones mínimas para que las PC de gama baja y las GPU integradas mantengan una velocidad de fotogramas “decente” durante la partida.
El modo dinámico se activa cuando cambias la configuración de calidad de imagen a “Baja”, en el menú de ajustes, lo que automáticamente reducirá los valores para el resto de opciones: calidad de animación, detalles de texturas, calidad de sombras, detalles de geometría, anti–aliasing y física (este último es el efecto de las partículas en el juego, e influye en el realismo).
Si tienes un equipo que solamente alcanza a cumplir las especificaciones mínimas, tal vez quieras desactivar las sombras por completo, pero los demás ajustes se establecerán por defecto en “Bajo” y no podrás cambiarlos.
Ahora bien, ¿qué diferencia hace esto en la jugabilidad?
Calidad visual
Es cierto que no se necesita mucho para ejecutar Age of Empires IV, pero la calidad visual cambiará en gran medida si juegas al mínimo. En definitiva, la experiencia estará incompleta porque el juego ocupará un renderizador para hardware con especificaciones bajas, y esto disminuirá la fidelidad.
Verás una diferencia considerable en la iluminación, las sombras y la calidad del terreno, por ejemplo.
Si intentas “engañar” al sistema, comenzará a saltar una ventana emergente que te dirá que uno o más de tus ajustes gráficos está configurado para ser más alto de lo que tu hardware es capaz de ejecutar. Puedes descartar la ventana y seguir jugando, pero volverá a mostrarse tarde o temprano así que, en algún momento, tendrás que cambiar la configuración.
Iluminación y detalles
El modo de especificación mínima es ideal para hardware de gama baja, pero el juego solo se puede apreciar en su máximo esplendor con un hardware superior. Entonces, el sistema de iluminación se ve mucho más realista y los personajes conservan esos pequeños detalles que permiten comparar la calidad gráfica de Age of Empires con una entrega cinematográfica.
En conclusión, si estás buscando llegar al extremo superior del espectro gráfico y mantener fotogramas estables mientras juegas, la mejor forma de conseguirlo en mantenerse en algún punto entre los requisitos recomendados y los ideales.
¿Y qué diferencia hay entre los ajustes recomendados y los ideales?
El cambio en la calidad de imagen es sorprendente cuando pasas de los ajustes bajos a los recomendados, incluso puede que logres una mejora de alrededor de 100 fps. Sin embargo, al pasar de los ajustes recomendados a los ideales, la diferencia no es tan perceptible.
Si te preocupa conseguir una experiencia de juego lo más realista e inmersiva posible, la encontrarás fácilmente con un equipo que cumpla con los requisitos recomendados. Por supuesto, si tienes un equipo antiguo o un computador de escritorio regular, vas a necesitar un equipo gamer con hardware actualizado.
En la AcerStore encontrarás el PC gamer perfecto para disfrutar al máximo de este y otros videojuegos de última generación, así no tendrás que sacrificar el realismo ni llevarte una experiencia incompleta.