Nuevas amenazas de ciberseguridad surgen a medida que las personas se acostumbran más a la tecnología y la ocupan para hacer sus vidas más fáciles.
Así, algunos tipos de cibercrimen, como las estafas y la suplantación de identidad se han vuelto muy comunes y lo preocupante es que nunca sabes realmente cuándo tu información personal, como fotografías, contraseñas y datos bancarios, podría caer en manos equivocadas.
En este mundo digitalizado, donde tus dispositivos están todo el tiempo conectados a Internet, es más importante que nunca saber identificar las ciberamenazas y hacer lo posible por prevenirlas.
¿Qué son las amenazas de ciberseguridad?
Una ciberamenaza es cualquier evento o situación que facilita la ocurrencia de ataques cibernéticos para la sustracción no autorizada de información. De una u otra manera, el objetivo siempre es deshabilitar, interrumpir, destruir o tomar el control de sistemas informáticos.
Cualquier persona puede ser víctima de un ciberataque, ya que son muchas las motivaciones detrás de los cibercriminales: ganancia financiera, venganza o intereses políticos o comerciales, entre otras.
Tipos de cibercrimen cibernético
Normalmente, cuando escuchas hablar de ciberamenazas piensas en los virus que ponen tu equipo lento y no te dejan abrir tus aplicaciones favoritas, pero en realidad hay muchos tipos de amenazas de ciberseguridad. Entre ellas podemos encontrar:
- Malware: se trata de un software malicioso que se ejecuta con la intención de causar daños a tu equipo. Un ejemplo son los spyware (software espía), capaces de monitorear todo lo que haces en tu teléfono o computadora, incluyendo llamadas.
- Ransomware: es un subtipo de malware que bloquea los archivos de tu sistema, por lo general cifrándolos, con la intención de pedirte dinero a cambio de restituir los datos. Se podría decir que es un secuestro informático.
- Ingeniería social: es un ataque cibernético que consiste en engañar a las personas para que violen procedimientos de seguridad, y así obtener información confidencial.
- Phishing: es una forma de ingeniería social donde, a través de correos electrónicos o mensajes de texto, se suplanta la identidad de compañías u organizaciones de buena reputación. Aquí el objetivo es robar datos confidenciales, como contraseñas y tarjetas de crédito.
¿Cómo detectar y minimizar las amenazas de ciberseguridad?
Muchos servicios incluyen por defecto protocolos para ayudarte a minimizar las amenazas de ciberseguridad. Por ejemplo, cuando inicias sesión en Gmail por primera vez desde un equipo nuevo, probablemente recibirás una solicitud de autenticación en dos pasos.
Esto es con el objetivo de verificar tu identidad pidiéndote que ingreses un código de un solo uso, que generalmente se envía a tu teléfono o correo electrónico.
Además, si tienes un buen antivirus, verás un cartel avisándote de ficheros sospechosos cuando descargues algún archivo con virus.
Ahora, si bien estas herramientas son útiles para protegerte, es importante que tomes precauciones, ya que los malware son cada vez más sofisticados y potentes, por lo que no siempre serán detectados a tiempo.
Sigue algunos consejos para evitar ser víctima de ataques
- Verifica que los sitios web que visitas empiecen con https://.
- Nunca envíes tus datos bancarios o claves de acceso por correo electrónico. Ningún banco confiable te pedirá que reveles esta información en un entorno poco seguro.
- Ocupa un generador de contraseñas para que tus claves contengan números, símbolos y letras. De este modo serán más seguras.
- Consulta herramientas como Firefox Monitor para saber cuándo tu correo electrónico ha estado en una filtración de datos, y cambia de inmediato tu contraseña.
Por otro lado, asegúrate de aprovechar las funciones de Windows Defender, la app de seguridad que tu sistema operativo ya trae de fábrica en la línea notebook i5 y Swift 3 de Acer.